Manzanilla La Sanluqueña

Esta singular manzanilla, a primera vista, muestra un aspecto claro y limpio.
La fina lágrima, aunque abundante, patina rápida en el cristal nada glicérica, nada untuosa.
El color limón es pálido y los reflejos se antojan, verdosos a veces, acerados otras. Es joven y es brillante.

Hablar de manzanilla es hablar de Sanlúcar y es hablar de mar...
...y como el mar, el aroma de esta  "Sanluqueña Fina" es intenso y seductor...limpio, algo punzante y complejo. Complejidad aromática heredada de su peculiar crianza: flor de manzanilla, almendras, bollería y pan.

Entra suave y seco en boca, en apariencia salino...pasa suave y ágil y termina ligeramente amargo.
Una adecuada acidez lo dota de la suficiente frescura como para demandar un siguiente trago.
Su alto grado de alcohol se integra armoniosamente en el conjunto. No es nada astringente y su cuerpo es grácil y ligero aunque dimensionado.
El rico e intenso sabor de esta manzanilla nos recuerda una y otra vez al de el pan, los frutos secos y la levadura. Y todos persisten.

Gusta su equilibrio y su fina y elegante proporción en boca. Es ideal como aperitivo y acompaña a todo tipo de tapas, en especial para todo tipo de sabores que provengan del mar. Es el Embajador perfecto de Sanlúcar.

La manzanilla de Sanlúcar procede de mosto de la variedad Palomino y, concretamente esta, por sus características de elaboración y crianza, muestra todo su potencial durante el primer año de vida.
Se encabeza hasta los 15% lo que propicia la crianza biológica, desarrollando el Velo de Flor y dotándola de identidad e idiosincrasia propias.
El precio de la botella de 3/8L ronda los 3/4€, relación calidad-precio inmejorable.

La manzanilla La Sanluqueña se elabora en Bodegas Caydsa, una de las bodegas más centenarias del Marco de Jerez.